La implantación de la ventilación subterránea en un proyecto minero requiere la consideración de varios puntos cruciales que comienzan con el diseño de la mina.
Al elaborar este proyecto, se tienen en cuenta la geología local, el tipo de mineral que se va a extraer, su distribución, la topografía de la región, el número de personas que intervendrán en la explotación, los equipos utilizados, entre otros factores.
A partir de esta información, es posible determinar la vida útil prevista de la mina y dimensionar adecuadamente el sistema de ventilación subterránea, garantizando un suministro adecuado de aire fresco para la salud y la seguridad de los trabajadores en todas las fases del proceso minero.
Por lo tanto, al disponer de información precisa sobre la mina, es posible evaluar y determinar el mejor sistema de ventilación subterránea, garantizando un entorno de trabajo seguro con una circulación adecuada de aire fresco y minimizando los riesgos relacionados con la calidad del aire y la presencia de gases o partículas nocivos.
Foto: Proyecto Aripuanã de Nexa Resources
Para implantar eficazmente la ventilación subterránea, es esencial que los equipos implicados estén alineados para garantizar que se dispone de los recursos necesarios. El equipo de la mina debe tener acceso a toda la información pertinente sobre la explotación, y los ingenieros de ventilación deben colaborar con los ingenieros de planificación de las operaciones. Es importante destacar que los sistemas de ventilación se diseñan para los escenarios más críticos, pero no tienen por qué funcionar en estas condiciones todo el tiempo.
Los sistemas de ventilación deben determinarse en función de sus objetivos específicos y se subdividen en ventilación auxiliar o secundaria y ventilación principal, comúnmente denominada extractores.
Ventilación secundaria o auxiliar
Este equipo suele instalarse en el interior de la mina y es de menor tamaño, por lo que bloquea una superficie menor en la galería, pero desempeña un papel crucial en la distribución del aire entre las galerías de exploración.
Foto: Ventilación Secundaria o Auxiliar
Para colocar adecuadamente estos equipos, hay que tener en cuenta todas las características de la explotación. Por ejemplo, en una galería de fondo de saco, donde sólo hay una entrada y una salida para personas y vehículos, es posible utilizar la ventilación secundaria para ayudar a suministrar aire. Sin embargo, es esencial tener en cuenta la geometría de la galería, ya que la simple inyección de aire en la entrada no es suficiente debido al entorno confinado, que impide la formación de un flujo continuo.
En este contexto, es necesario utilizar conductos que transporten el aire limpio directamente al fondo de la galería, evitando que se mezcle con el aire viciado. También es esencial limpiar el sistema desde dentro hacia fuera para garantizar una ventilación eficaz.
Ventilación principal - Extractores
A medida que la mina profundiza y se expande en varios frentes de trabajo, se hace necesario perforar chimeneas de ventilación que conecten directamente la superficie con los niveles inferiores, que pueden actuar como chimeneas de admisión o de escape.
Cuando se utilizan como chimeneas de admisión, la principal ventaja es que suministran aire limpio directamente a un nivel determinado en profundidad, lo que permite que el aire llegue a una temperatura más baja, ya que no ha absorbido el calor de todo el trayecto por la rampa. Esto también reduce la presión en la mina, con el consiguiente ahorro de energía, ya que se reduce el esfuerzo necesario para generar el flujo de aire.
Cuando los elevadores se utilizan como extractores, hay dos formas de aplicarlos: como impulsores o como extractores de superficie. Estos equipos desempeñan un papel extremadamente importante, ya que en muchos casos todo el flujo de aire de la mina debe pasar a través de ellos.
Foto: Ventilación Principal
Los equipos de extracción instalados en pozos de ventilación son de mayor tamaño y potencia instalada y, dada su importancia, es aconsejable colocar más de un equipo de extracción siempre que sea posible. Esta configuración tiene varias ventajas, como la posibilidad de mantener la mina funcionando con un flujo de aire del 50% en caso de mantenimiento o problemas con uno de los equipos. Esto garantiza que siga circulando aire fresco, evitando la parálisis total. Si sólo se utiliza un equipo y es necesario intervenir, se interrumpirá el flujo de aire en esa zona de la mina.
Es fundamental recordar que, de acuerdo con la NR 22, el suministro de oxígeno en el interior de la mina no debe ser inferior al 19% en volumen en los entornos en los que se desplacen o trabajen personas. Esta medida es esencial para garantizar la seguridad y el bienestar de los trabajadores subterráneos.
